CAMARADAS
Y ESCOLARES
Con
la presentación de unos pocos testigos ofrecidos por las defensas de los
genocidas continuó el debate por uno de los CCD más grandes del conurbano oeste
en dictadura. La puesta en escena de los letrados defensores incluyó la
apelación al exiguo discurso de los camaradas de un comisario y las compañeras
de escuela de su hija. De aquí a fin de año habrá alegatos y la sentencia se
escuchará en 2020.
Por HIJOS La Plata
Luego
de la shockeante experiencia de la inspección ocular en las dependencias de la
ex Brigada de Investigaciones de San Justo, hoy sede de la DDI La Matanza, se
impuso a simple vista la dimensión real del genocidio cometido en la zona oeste
del conurbano desde esa dependencia. Sin embargo las defensas de los genocidas insisten
con su rol de relativizar las acusaciones e intentar diluir la contundencia de
las pruebas hasta ahora conocidas.
En
la pasada audiencia la defensa del represor Ricardo Armando Félix desplegó la
estrategia de que en el período que se le imputa no estuvo en San Justo sino
haciendo un curso en la Escuela Superior de Policía Adolfo Marsillach con sede
en el predio de Bomberos en La Plata. La defensa llamó para probar tal cosa a
testimoniar a tres ex camaradas del
comisario y a dos compañeras de escuela de su hija. Félix llegó a debate
acusado por 25 casos de secuestros y torturas, con la desprolijidad acusatoria
de eludir casos del año 1978 como los de Norberto Liwski y Abel de León, por
los que al no estar acusado por su secuestro y torturas no se pudo ampliar la
acusación por delitos sexuales sobre esas víctimas, aunque Félix si recibió
nueva acusación por delitos sexuales en los casos de Adriana Chamorro, Olga
Araujo y Jorge Heuman.
En
principio fue convocado Armando Greco, policía retirado y
ex compañero de Félix en la Escuela Superior en el curso de subcomisario en
1978. La abogada del genocida, Rosana Peralta, interrogó a Greco sobre qué
cargo tenía en 1978. El poli-testigo dijo no escuchar bien, luego preguntó “¿1979?”
y contestó haber sido en ese año subcomisario y realizar el curso para
comisario. Agregó que conoce a Félix de allí, pero no recuerda haber compartido
aula, e intentó justificarse diciendo que “pasaron 40 años”. Sobre el
procedimiento de ascenso a comisario Greco dijo que había que aprobar el curso,
reintegrarse a destino original de revista, ya que la escuela era un destino en
sí. Sumó que los cursos eran de lunes a viernes de 8 a 13 hs, que algunos se
quedaban estudiando y otros se quedaban en media pensión por vivir lejos.
En
pregunta clave sobre si aunque estuvieran realizando el curso estaban afectados
a servicio común, Greco respondió que la Escuela en sí era un destino y no
cumplían otro servicio en ningún lado. Y en otro interrogante importante sobre
dónde percibían el sueldo cuando estaban realizando el curso Greco dijo que en
la propia Escuela Superior, a través del director. La abogada de Félix insistió
preguntando si todo el personal afectado al curso cobraba en la Escuela, a lo
que Greco respondió “que yo sepa si, en el caso mío y de todos los que estaban
en mi aula cobrábamos en la escuela”.
A
continuación HUGO SILVA, también
policía retirado y ex compañerito de Félix en la Escuela Superior dijo que lo
veía en los cursos en el año ’78 y lo acompañó en el velorio del hijo, tras lo
cual nunca más lo vio. Silva dijo que era subcomisario y bedel de la cuarta
división, por lo que su tarea era pasar lista y guardar el orden. Agregó que el
curso era regular, que duró entre marzo y diciembre, que la escuela era un
destino en sí y al ingresar al curso se perdía la dependencia original hasta terminar
el curso y ser asignado a otro destino. También afirmó que como perdían el
destino anterior al curso cobraban su sueldo en la misma escuela. Por último
aclaró la diferencia entre nombramiento, que refiere al alta en la fuerza, y
destino, que era el lugar de revista.
A
su turno el ex director de la Escuela Superior de policía, NEREO REYES, aportó poca claridad en su declaración ya que inició
diciendo “el problema que tengo yo es que tengo la mente en blanco, no me
acuerdo nada”. Luego recordó que era director de la escuela, que había 2
cursos, de oficiales subinspectores y de subcomisarios, y que se retiró en el ’79.
No aportó mucho más.
Luego
se llamó a testimoniar a Patricia Blanco, compañera de colegio de la hija de
Félix, también llamada Patricia, desde los 4 años hasta el secundario. El único
dato que aportó fue que Félix llevaba a su hija en auto a la escuela secundaria
en el Normal de Avellaneda casi todos los días en épocas del mundial ’78. Teniendo
en cuenta que los operativos de secuestro se realizaban de madrugada y las
torturas en la Brigada en diversos momentos del día no se ve invalidada la posibilidad
de que Félix actuara como padre dedicado y represor ejemplar a la vez.
Finalmente
dio testimonio SILVIA HERRERA, también
compañera de colegio Patricia Félix pero en jardín y primaria. Dijo que ella y la
hija de Félix cumplían años en febrero y que para ese mes del año ’78 ambas
familias compartieron vacaciones en Mar Del Plata en un departamento que los
Félix habían comprado.
Las
afirmaciones de sus ex camaradas y de las amigas de su hija contrastan con los
dichos del propio Félix. Recordemos que en la indagatoria realizada en marzo de
2012 ante el juez Manuel Humberto Blanco el represor dijo que en diciembre de
1977 estuvo a cargo de la Subcomisaría de Solano, en el partido de Quilmes, y
que fue designado interinamente a cargo de la Comisaría 1ra de Quilmes ya que
el titular anterior fue ascendido y se esperaba una nueva designación. Agregó
que ya por entonces había salido la convocatoria al curso en La Plata y que una
vez relevado de Quilmes, donde estuvo un mes, le dieron las vacaciones hasta
que se presentara al curso, pero que en paralelo le salió la designación en la
“Brigada de Morón, pero con destino fijo en la escuela superior”. Finalmente
adujo que nunca fue segundo jefe de la Brigada y que nunca prestó servicio allí
porque estaba afectado con destino en el curso en la Escuela Superior y que
sólo fue a San Justo una vez por mes a cobrar el sueldo -recordemos que el
testigo Greco dijo que cobraban en la propia escuela-. Cuando lo indagaron en
2012, hace más de 7 años, el juez Blanco procesó a Félix y le dictó la
domiciliaria por tener 72 años.
Una
revisión detallada de la foja de servicios y destinos de Félix arroja varias
diferencias respecto a lo planteado por el genocida. En principio en agosto de
1976 se lo ubica como subcomisario en la “Brigada de Avellaneda”, esto sería la
Brigada de Investigaciones de Lanús con sede en Avellaneda, conocido como CCD
“El Infierno” donde ya se cometían delitos relacionados al plan genocida. Luego
en septiembre de ese año se lo designa en la “Dirección General de
Investigaciones (Brigada de Investigaciones de Lanús)”, lo que sería el mismo
lugar. Efectivamente el 2 de febrero de 1978 figura su designación en la
“Brigada de Morón” y el 13 de marzo de ese año se inscribe su destino como “Inscrp 38º curso p/jefe año 1978”, hasta
el 22 de diciembre del ’78 cuando se asienta su vuelta a la Brigada de Morón ya
como comisario. Lejos de aportar claridad, asoman varios datos curiosos: no se
menciona destino ni en la Subcomisaría de Solano ni en la Comisaría 1ra de
Quilmes, y Félix sí aparece como jefe de la Brigada de Morón entre diciembre de
1979 y diciembre de 1981, donde el represor dijo nunca haber prestado
servicios. Entonces, o bien en la foja se anotaban elementos imprecisos,
selectivos y digitados a conveniencia –recordemos que Félix dijo en 2012 que a
veces se ponía un destino para poder cobrar el sueldo-, o bien la imperiosa
necesidad actual de Félix de despegar su función de San Justo lo hicieron
olvidar que incluso con posterioridad al pico activo del genocidio comandó la
dependencia que él dice que nunca conoció.
Pero además. ¿Por qué “Brigada de Morón” y no
Brigada de San Justo? Hoy sabemos que por directivas específicas del Ejército
se estableció para la represión en todo el país una organización territorial
dividida en cinco zonas de defensa numeradas, según su correspondencia
geográfica y jurisdiccional con los 5 cuerpos del Ejército, cada zona dividida
en sub-zonas y estas a su vez en áreas, estructura que se denomina
“Zonificación militar” de la represión. Sabemos también que los hechos que se
investigan en este juicio corresponden a la Zona I bajo el mando del 1er Cuerpo
de Ejército, en las
Sub –Zonas 11 y 16, y las Áreas 114 y 160 a 163. En el expediente de la Brigada
San Justo estuvieron imputados el jefe del Área 114 en los años ’75-’76, Hugo
Idelbrando Pascarelli, muerto impune en junio de 2017, y el subjefe entre
’77-’79, Rodolfo Enrique Godoy, que sigue acusado en el debate. En el acervo de
DIPPBA existen documentos que confirman la actuación de efectivos del área 114
en conjunto con la Unidad Regional Morón desde 1975 realizando allanamientos y
detenciones. Ya
en el año 1976 en adelante varios legajos refieren “enfrentamientos” y
“hallazgos de cadáveres”. Recordemos que en la audiencia 29 de este debate la
perito de la Comisión por la Memoria Claudia Bellingeri explicó que para el momento de los que hechos que investiga este juicio
la
Unidad Regional que controlaba las
comisarias ubicadas en La Matanza fue la Unidad Regional de Morón, que
contemplaba entre otros el distrito de La Matanza. Por ello la designación de
la Brigada de Investigaciones de San Justo en documentos oficiales de la época
alterna entre tal nombre y el de “Brigada de Morón”, aunque se sabe que no hubo
ninguna “Brigada de Investigaciones de Morón” dependiente de la Dirección General
de Investigaciones. El rol central de la brigada de San Justo en la represión
en la zona lo determina también el hecho de que la Delegación de inteligencia
de la DIPBBA que corresponde al conjunto de los partidos de la zona fue la de
San Justo.
Al
final de esta audiencia los jueces dispusieron los turnos apara los alegatos de
las partes, acordando que de aquí a fin de año alegarán la fiscalía y las querellas
particulares y en febrero sería el turno de las defensas. Además varios
abogados defensores adelantaron que en la próxima audiencia sus reos
representados quieren ampliar la declaración indagatoria. Con ello queda para
2020 la esperada sentencia en esta causa, que lleva 8 años desde que comenzó a activarse.
La próxima audiencia será el miércoles 6
DE NOVIEMBRE desde las 11 hs. Para presenciarla sólo se necesita concurrir a
los Tribunales Federales de 8 y 50 con DNI.
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